Qué es la Red Asís
La Red Asís es una red social abierta de personas que quieren conocer o compartir la espiritualidad franciscana en su vida cotidiana.
-(1) Red. Es una red, no es por tanto, una organización o grupo organizado, estructurado o jerarquizado, sino sólo una relación comunitaria entre personas conectadas voluntariamente por una misma motivación y por la disposición a compartir unos principios básicos.
-(2) Social abierta. Es social y abierta, lo que significa que tiene una vocación clara de ofrecerse a la sociedad y a las personas de hoy con transparencia y plena accesibilidad, y sin encerrarse en sí misma o en dinámicas reservadas, privadas, grupusculares o de alta cohesión ideológica o espiritual. Características que en otros proyectos o contextos pueden ser oportunas y necesarias, pero que no encajan con la misión de este. La Red Asís está pensada para ser ofrecida y compartida con el mayor número posible de personas en torno a cuatro principios mínimos pero sólidos.
-(3) Se trata de una red de personas laicas, aunque abierta a la participación, a modo personal, tanto de religiosos como de sacerdotes. Queremos compartir un espacio muy amplio en el que caben tanto creyentes convencidos/as como, muy especialmente, personas en proceso de duda, inquietud o búsqueda de sentido.
-(4) Que quieren conocer o compartir la espiritualidad franciscana. Lo que une a todas estas personas es que comparten la convicción más firme o la intuición más frágil de que la espiritualidad franciscana, puede tener algo actual y valioso que decirles a cada una de ellas, y a su entorno social. Por eso, la Red Asís se abre, en primer lugar, a quienes quieren conocer, a quienes simplemente quieren saber si la espiritualidad franciscana tiene algo que decirles en su búsqueda, aunque ni siquiera sepan si son creyentes o no. Y, en segundo lugar, a quienes quieren compartir su fe, sus dudas o su experiencia de espiritualidad franciscana. Personas que quieren sentirse familia o fraternidad con otras personas como ellas con historias vitales y procesos personales o de fe diferentes y para aquellas que saben que tanto don es para ofrecerlo, transmitirlo y ponerlo en común con otras personas.
-(5) En su vida cotidiana. Esta red no tiene grandes pretensiones. Simplemente, ser un suave sirimiri que cale poco a poco en la vivencia espiritual y en la vida diaria, personal, social y de convivencia de quienes la comparten y que pueda ser ofrecido al mundo que nos rodea.
Presentación
Queremos compartir una convicción—el ser humano necesita recuperar su dimensión espiritual— y una intuición—la espiritualidad franciscana, en cuanto intuición de lo esencial del Evangelio, puede tener algo que decir en este tiempo de desorientación.
Vivimos tiempos difíciles y de grandes paradojas. Tenemos a nuestra disposición posibilidades, comodidades y adelantos tecnológicos ni siquiera imaginados hace sólo unas décadas. Sin embargo, vivimos en un mundo con grandes desorientaciones: crisis económicas, sociales, ecológicas y políticas, pobreza, exclusión, marginación, violencia, crisis de sentido… Medio mundo se muere de hambre y sed, y podría alimentarse con lo que sobra al otro medio.
Nuestra sociedad parece que ha optado por buscar la felicidad y el sentido de la existencia en los valores más materiales e individualistas de la técnica, el consumo, el poder, el control, la seguridad, el éxito, el dinero… Los valores más inmateriales como la espiritualidad, la cultura, la ética, la naturaleza, el amor, la solidaridad…quedan en un alejado segundo plano. Sin embargo, la desorientación personal y social permanece y crece.
Todas o la inmensa mayoría de las personas compartimos una inconformidad existencial que tiene que ver con la necesidad de buscar un sentido a la vida. La experiencia demuestra que esta inquietud no se calma con el analgésico de los valores materiales, necesita ser tratada con los valores del espíritu. Pensar que la felicidad interior de cada persona o de la sociedad tiene que ver exclusivamente con la dimensión material de la vida, con lo que tenemos, acumulamos y controlamos, es una falsa xpectativa.
No se trata de despreciar la importancia de los valores materiales, pero sí de resituarlos y precisar que, si éstos son concebidos como fin y no como medio, deshumanizan la vida y la convivencia. Dejan de estar al servicio de la persona y de la sociedad, para convertirse en un valor absoluto que les pone a su servicio, provocando desorientación y pérdida de identidad. Los valores materiales necesitan un fundamento de valores humanistas que tienen que ser trabajados con nuestra sensibilidad más interior y espiritual.
Sabemos que esta reflexión se posiciona a contracorriente del mundo actual. No importa. Queremos poner un contrapunto, un contrapeso en esta situación. Queremos decir claramente que el ser humano necesita recuperar su dimensión espiritual. Y tenemos una intuición que queremos compartir abiertamente: creemos que la espiritualidad franciscana, en cuanto intuición de lo esencial del Evangelio, puede tener algo que decir en este tiempo de desorientación.
Éstas son las ideas que nos han reunido a un grupo de laicos y de franciscanos para promover desde Arantzazu la Red Asís. No se trata de ninguna organización o grupo nuevo, ni de asistir a reuniones o participar en debates, ni de pagar ninguna cuota. Sólo necesitamos estar comunicados mediante una dirección de correo electrónico o postal. Simplemente, se trata de compartir, cada uno desde donde esté y haciendo lo que hace, una experiencia personal de búsqueda espiritual en torno a unos pocos principios.
Queremos recorrer un camino abierto y diverso entre personas que, en un grado o en otro puedan intuir el valor de la espiritualidad franciscana como compañera del propio camino de búsqueda personal o de vivencia de la fe en la vida cotidiana. En este recorrido compartido, cada persona, según su momento vital, decide desde dónde quiere empezar este camino, hasta dónde quiere llegar y a qué ritmo quiere caminar. La Red Asís es, por tanto, una red para personas que quieren conocer o compartir el valor de la espiritualidad franciscana, como intuición de lo esencial del Evangelio, para la vida cotidiana. Este documento trata de explicar en qué consiste la propuesta de la Red Asís y es una invitación a vivir la experiencia que sugiere.
Algunas claves de la espiritualidad franciscana
Desde siempre se ha atribuido a Francisco el don de haber sabido leer en su momento histórico lo nuclear del evangelio de Jesús. Se le ha considerado una puerta de acceso y de acercamiento a Jesús. Por eso creemos que también hoy tiene mucha actualidad y puede ayudarnos en este momento histórico, convulso como el suyo, a acercarnos a Jesús y a los valores nucleares del evangelio para encontrar allí el sentido profundo que Francisco encontró. Tenemos la convicción de que la espiritualidad franciscana es una relectura de lo cristiano que puede darnos luces en nuestras diversas búsquedas personales. Por tanto, se la considera, no como un fin en sí misma, sino como camino para facilitar una comprensión actual de la fe cristiana o para profundizar en ella.
La espiritualidad franciscana nos remite a la vida de Francisco de Asís y al significado que ha tenido en la historia del franciscanismo. Quisiéramos resumir en este apartado algunas claves de espiritualidad franciscana. Lo queremos hacer de una manera muy sintética y con lenguaje actual. Por eso, este resumen no tiene pretensiones de exhaustividad ni de interpretación científica. Son simplemente unos apuntes introductorios que persiguen sugerir la vigencia y actualidad del mensaje de Francisco de Asís, ocho siglos después. Francisco de Asís es mucho más de lo que aquí se expresa; pero conocerlo de una manera más profunda es uno de los alicientes de este camino que ahora se inicia.
1.1. La búsqueda personal del Absoluto
“¿Quién eres tú, Dios, y quién soy yo?”. Francisco fue un hombre de búsquedas y preguntas que le llevaron al encuentro y la relación personal con Dios. “Señor, ¿qué quieres que yo haga?”. En este proceso de preguntas y búsquedas va intuyendo que su camino es ser seguidor de Jesús y de su Palabra evangélica. La espiritualidad franciscana implica una voluntad de relación incesante y personalizada con Dios y de seguimiento de la vida de Jesús mediante la escucha y lectura de su Palabra.
1.2. La humildad
La humildad en la vida de Francisco se plasma en diferentes movimientos: humildad ante Dios, pobreza espiritual; humildad ante uno mismo para conocerse verdaderamente; y humildad con los otros: minoridad como comunión de vida. Renuncia, en definitiva, a toda pretensión de poder espiritual o material. La espiritualidad franciscana es interpelación que nos invita a afrontar la vida y nuestras dificultades y posibilidades desde un profundo sentido de la humildad, es decir, desde la conciencia de nuestra verdadera limitación. Nos invita a ser pobres, conscientes de nuestra verdad y menores como itinerario de autenticidad espiritual, personal, vital y convivencial.
1.3. La solidaridad
Francisco encuentra en Dios el sumo bien. Tanto amor no se puede esconder. Es para agradecerlo y compartirlo. El regalo de Dios se convierte en empeño a favor de los otros, nos hace ser mensajeros de la paz y el bien. Poder anunciar a cada hombre y a cada mujer que “Tú también eres amado por Dios” y no sólo decírselo, sino plasmar con nuestro comportamiento una solidaridad humana que le permita comprobarlo. La espiritualidad franciscana en la vida concreta de cada persona es vivencia agradecida y humilde de entrega, compromiso, generosidad y altruismo con los otros, especialmente con los últimos. El franciscanismo es expresión de los resortes ocultos en los que anida la bondad de cada hombre y cada mujer, y es anuncio de la paz y el bien que Dios nos ofrece.
1.4. La fraternidad
Vivir la fraternidad es una clave central en el itinerario de Francisco de Asís. Fraternidad en la propia orden: “ninguno tenga potestad o dominio sobre los demás”; fraternidad con la iglesia, para vivir la comunión eclesial; y fraternidad universal: la creación, los seres humanos, el mundo, la naturaleza, las dificultades, la alegría… todo se vuelve fraternidad. Buscando a Dios se encuentra con un nuevo corazón. Aprende a mirar todo con los ojos y la mirada de Jesús. La espiritualidad franciscana es una vocación de apertura a esa nueva mirada fraterna y no violenta con la dignidad humana de cada persona y con todo lo que nos rodea.
¿Qué implica formar parte de la Red Asís?
Las personas que participen en esta red aceptan compartir en su vida cotidiana la experiencia de cuatro principios básicos de espiritualidad franciscana que se plasman en cinco criterios de aplicación concretos.
Principio 1. Buscar cada día la relación personalizada con Dios
Este principio muestra la necesidad de cultivar la vida interior, como proceso de transformación y búsqueda de sentido. Esa búsqueda de la autenticidad interior es la base para abrimos a entablar una relación afectiva, personalizada con Jesús, una comunicación amorosa real de diálogo y escucha. Amar y sentirse amado por Él. Hablarle y escucharle cada día. Una relación que se concentra en torno a un eje que lo sintetiza todo: confiar, esperar y amar en apertura a la voluntad del Padre.
Este principio conlleva, pues, enfrentarse a la pregunta que Francisco se hizo: “¿Quién eres tú, Dios, y quién soy yo?”. Una pregunta que, si la hacemos nuestra, nos dispone a centrar la vida con autenticidad.
Este principio de relación afectiva y personalizada con Jesús puede hacerse presente en todos los momentos de nuestra vida cotidiana. En todo caso, para iniciar o consolidad este itinerario, las personas que participan en esta red comparten en concreto un criterio de aplicación de este principio:
-Criterio 1. Intentar reservar un tiempo de oración diaria de entre 15 y 30 minutos, en el que haya espacio para la lectura receptiva del Evangelio, para el silencio de escucha y para expresar con nuestra realidad y sus alegrías y dificultades, nuestros sentimientos de agradecimiento, necesidad de perdón, ayuda, intercesión…
Principio 2. Vida cotidiana: hacia adentro, humildad
Significa que intentamos elaborar nuestras dificultades personales y nuestros conflictos de convivencia desde dentro y desde abajo, es decir, con consciencia de nuestra pobreza personal y de nuestras limitaciones, y haciendo opción por el diálogo, el perdón, la reconciliación y la búsqueda de la autenticidad ética y existencial en diálogo con Dios y con nuestra propia conciencia. Se trata, en definitiva, de una opción por la minoridad evangélica y franciscana.
-Criterio 2. Este principio se concreta en un trabajo personal, constante y comprometido para releer todo lo que nos ocurre desde estas claves luminosas. Las personas que participamos en esta red aceptamos este reto.
Principio 3. Vida cotidiana: hacia afuera, solidaridad
Quiere decir que nos abrimos a los otros y al mundo con agradecimiento, generosidad, compromiso y gratuidad, buscando nuestra misión en apertura a la voluntad del Padre. Significa que damos algo de lo que tenemos, y que lo hacemos desinteresadamente, no sólo para sentirnos buenos, justificados, ganarnos el cielo o fundamentar nuestra vida, sino como criterio rector de amor gratuito. Probablemente, la mayoría de las personas que participamos en esta red ya tenemos uno, varios o muchos compromisos de solidaridad. Este principio no implica adquirir nuevos compromisos necesariamente, sino que los que ya tenemos son elaborados e iluminados desde la gratuidad y el agradecimiento.
-Criterio 3. En lo concreto, esto significa que nuestra vida tiene, al menos, un compromiso de solidaridad, una expresión de altruismo con los otros, especialmente con los últimos y con los más necesitados. Puede ser el acompañamiento a un familiar enfermo o a un prójimo necesitado, puede ser nuestra contribución económica a una causa solidaria, puede ser nuestra participación en una organización social o humanitaria, o en la lucha por la paz y la justicia social. La vida franciscana no es completa sin la experiencia de la solidaridad con el prójimo. Si en nuestra vida no existe esta expresión de solidaridad, trataremos de incorporarla.
Principio 4. Compartir este camino, vivir la fraternidad
La llamada a vivir la fraternidad es una seña de identidad esencial de Francisco. Entiende así el seguimiento a Jesús. Buscar la relación, la amistad, la comunión en la diferencia. Compartir y buscar la fraternidad en la dignidad humana, hacerse hermano, sentirse prójimo, construir la paz. Modestamente esta red quisiera contribuir a esta identidad entre lo evangélico y lo relacional. Este principio que nos invita a compartir este camino de espiritualidad franciscana encuentra dos criterios de aplicación.
-Criterio 4. Los últimos jueves de cada mes a las 19.30 h, la red de espiritualidad franciscana mantendrá un encuentro mensual de oración y celebración abierta en cada parroquia, ermita, capilla o iglesia en que un grupo de personas esté dispuesto a reunirse en oración. Este encuentro mensual incluirá un tiempo de canto, de silencio, de lectura del Evangelio, de reflexión y de oración comunitaria. Cada mes, diez o quince días antes de la fecha de cada encuentro, se hará llegar por correo electrónico a todas las personas inscritas en la red los textos de lectura y el material de reflexión para la celebración.
-Criterio 5. Muchas personas, tal vez, no puedan participar en estas celebraciones mensuales, sencillamente porque no pueden ese día y a esa hora, o porque se les hace difícil participar en un encuentro como éste. La vocación de esta red es abrirse y compartir. Por eso, el quinto criterio de aplicación consiste en convertir ese material de lectura y reflexión en una Carta abierta de la Red Asís, para personas que buscan. Una carta mensual que se dirige a todas las personas que puedan ser receptivas a sus sugerencias porque se encuentran en procesos de búsqueda con distintas fases o momentos de inquietud y aunque no participen físicamente en los encuentros mensuales. De este modo, cada una de las personas que sí participamos personalmente en los encuentros mensuales de la red, ofreceremos esta carta a personas de nuestro entorno a las que les pueda interesar o decir algo este material. De esta forma, cualquier persona que dé su dirección de correo electrónico para recibir la carta formará parte también de esta red en otro nivel que se corresponderá con su momento personal. Algunas de estas personas podrán compartir ese encuentro de oración mensual desde su casa o su trabajo y otras simplemente lo harán reflexionando esporádicamente con la lectura de la carta. Cada cual puede participar en esta red en el nivel que desee.
¿Cómo participar en la Red Asís?
Hay distintas opciones de participación. Cada cual puede hacerlo al ritmo y en el nivel de implicación que se corresponda con su momento personal y vital. Lo básico es estar conectado a través de una dirección electrónica o postal.
Cualquier persona o grupo de personas que quiera participar de esta experiencia tiene varias opciones de hacerlo que van de menor a mayor implicación.
Compartir en la vida cotidiana los principios y criterios de la Red Asís
Éste es el punto fundamental. La Red Asís invita a recuperar nuestra dimensión espiritual y explorar las claves y vigencia de la espiritualidad franciscana en la vida cotidiana que se han expuesto en este documento. Cada cual lo puede hacer al ritmo y en el nivel de implicación que se corresponda con su momento personal y vital.
Recibir mensualmente la Carta de Asís
Recibir mensualmente la Carta de Asís es ya una forma de participar en esta red. Las personas o grupos que desean recibirla, sólo tienen que enviar un mail a
Participar en el encuentro de oración mensual
Los últimos jueves de cada mes, a las 19.30 h, se organizará en distintas localidades un encuentro de oración mensual que estará abierto a todas las personas que quieran participar en el mismo. Se puede participar incluso de forma pasiva, con el objetivo de conocer y entender su sentido.
Participar en las actividades ofrecidas en la Web de la Red Asís
Se puede participar en alguna de las actividades que se ofrecen a través de la Web. Éstas pueden ser de interés de cara a avanzar en el camino personal de búsqueda o vivencia de la fe.
Promover este encuentro mensual en localidades en las que no se celebra
Esta posibilidad de participación está dirigida a personas o grupos que quisieran extender la Red Asís y organizar en su localidad el encuentro de oración mensual. Los/as interesados/as pueden enviar un mail a
Inscripción
Las personas o grupos que desean inscribirse en la Red Asís y recibir mensualmente la Carta de Asís, sólo tienen que enviar un correo electrónico con los datos personales a
También se puede dar de alta en nustra lista de distribución inscribiéndose en el siguiente formulario: http://eepurl.com/dJ6FZo.
Colaboración económica
La Red Asís sigue creciendo y los gastos aumentan. Sin embargo, estamos convencidos de que con muy poco podemos conseguir lo suficiente.
Os proponemos a todas las personas que participáis en la Red Asís hacer una aportación de 15 euros al año (es el equivalente a 1,25 euros al mes). Por supuesto, la cuota es voluntaria y también es voluntario hacer una contribución mayor si se puede. Y si se puede será de gran ayuda.Las siguientes son las vías para hacer efectiva esta contribución. A nosotros/as nos resulta mejor y más sencilla la primera.
Opción 1.
Danos tu número de cuenta y te pasaremos un recibo anual en abril. Puedes hacerlo:
- llamando al teléfono 646-214896;
- enviando un mail a
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ;- enviando un fax al 943-251003;
- por correo postal a: Red Asís / Gandiaga Topagunea / Arantzazu / 20567 Oñati.
Opción 2.
Haces tú directamente el ingreso en la cuenta ES18.0182.0326.15.0201525156. En este caso, no te olvides de indicar “Red Asís” y de dejar tu nombre y localidad.