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Notas:

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Septiembre de 2023  Número 179

Principio 3. Vida cotidiana: Hacia fuera, solidaridad

Siempre ha estado presente en la vida de las familias, los grupos, las comunidades el cuidado de los débiles. Dicen algunos antropólogos, que esta realidad del cuidado es lo que más nos hace humanos.

Tema de reflexión

El cuidado

La solidaridad tiene muchas traducciones según las épocas y los contextos que vivimos. En estos tiempos nuestros, se le va dando un mayor relieve a todo lo que implica el cuidado: cuidado de los niños, de nuestros mayores, de los enfermos… Tomamos prestadas palabras del Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti en su número 115. Nos ayuda a comprender mejor esta dimensión de la solidaridad que abarca toda la existencia.

«En estos momentos donde todo parece diluirse y perder consistencia, nos hace bien apelar a la solidez que surge de sabernos responsables de la fragilidad de los demás buscando un destino común. La solidaridad se expresa concretamente en el servicio, que puede asumir formas muy diversas de hacerse cargo de los demás. El servicio es en gran parte, cuidar la fragilidad. Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo. En esta tarea cada uno es capaz de dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles. El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del hermano. Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a personas».

Somos porque hemos sido cuidados. Todos hemos sido cuidados por otras personas cuando hemos sido unos necesitados. Todos seremos cuidados cuando nuestras fragilidades marquen nuestra vida. Todos estamos llamados, de un modo u otro, a hacernos cargo de la fragilidad de otras personas, sean estas cercanas o lejanas, de las nuestros o no. El cuidado es una traducción concreta, cercana y eficaz de la solidaridad. Es la pregunta que Dios hace a Caín: “¿Dónde está tu hermano/a?” Es el encargo desde la vida y desde la fe hacia las fragilidades de los demás. Tenemos el encargo del cuidado.

Texto bíblico: Is 58, 6-9.11

El ayuno que yo quiero es éste: Que abras las prisiones injustas, que desates las correas del yugo, que dejes libres a los oprimidos, que acabes con todas las tiranías, que compartas tu pan con el hambriento, que albergues a los pobres sin techo, que proporciones vestido al desnudo y que no te desentiendas de tus semejantes. Entonces brillará tu luz como la aurora y tus heridas sanarán enseguida. Entonces clamarás y te responderá el Señor, pedirás auxilio y te dirá: "Aquí estoy". El Señor te guiará siempre, te saciará en el desierto y te fortalecerá.

Espiritualidad franciscana

Seis meses antes del día de su muerte, hallándose en Siena para poner remedio a la enfermedad de los ojos, comenzó a agravarse en todo su cuerpo: su estómago, deshecho por larga enfermedad, más la hepatitis y los fuertes vómitos de sangre, hacían pensar en la proximidad de la muerte. Al tener conocimiento de esto el hermano Elías, que se hallaba distante, púsose inmediatamente en camino. Con su venida, el santo Padre mejoró de tal forma que, dejando Siena, marchó con él a Celle de Cortona. Estando aquí por algún tiempo, comenzó a hinchársele el vientre; la hinchazón se extendió a piernas y pies, y el estómago se le fue debilitando tanto, que apenas podía tomar alimento.

Rogó más tarde al hermano Elías que lo trasladase a Asís. El buen hijo hizo lo que el amoroso Padre le mandó, y, dispuesto todo lo necesario, lo llevó al lugar deseado. Se alegró la ciudad a la llegada del bienaventurado Padre y toda lengua loaba a Dios; el pueblo todo esperaba que presto había de morir el santo de Dios (1Cel 105).

Oración

Somos habitantes de un mundo que tiembla cuando surgen errores.
Somos ciudadanos de un tiempo
que no atiende, que va tan deprisa...
Cuenta con mi mano si estás cerca.
Cuenta con mi apoyo, pon calma a tu voz.
Tú cuídate... y Cuídame
Porque necesito tu aliento, tu presencia en cada momento.
Tú cuídate... y Cuídame
Esta vida no es un ensayo...
...pon tu alma en movimiento.
Hemos superado temores.
Un tropiezo es un nuevo inicio.
No siempre seré así de fuerte,
Pero avanzo en tu compañía...
Sujeta mi ánimo si se hunde.
Hazme recordar que Él encendió nuestra vida.
Tú cuídate... y Cuídame
Porque necesito tu aliento, tu presencia en cada momento.
Tú cuídate... y Cuídame
Esta vida no es un ensayo...
...pon tu alma en movimiento.

Epílogo de la Carta

Una persona que se preocupa por otra representa el valor más significativo de la vida. – Jim Rohn (empresario estadounidense).

Evangelio diario del mes de septiembre de 2023

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes:

1 Mt 25, 1-13 / 2 Mt 25, 14-30 / 3 Mt 16, 21-27 / 4 Lc 4, 16-30 / 5 Lc 4,31-37 / 6 Lc 4, 38-44 / 7 Lc 5, 1-11 / 8 Mt 1,1-16.18-23 / 9 Lc 6, 1-5 / 10 Mt 18,15-20 / 11 Lc 6,6-11 / 12 Lc 6, 12-19 / 13 Lc 6, 20-26 / 14 Jn 3, 13-17 / 15 Lc 2, 33-35 / 16 Lc 6,43-49 / 17 Mt 18, 21-35 / 18 Lc 7, 1-10 / 19 Lc 7, 11-17 / 20 Lc 7, 31-35 / 21 Mt 9,9-13 / 22 Lc 8, 1-3 / 23 Lc 8, 4-15 / 24 Mt 20, 1-16 / 25 Lc 8, 16-18 / 26 Lc 8, 19-21 / 27 Lc 9, 1-6 / 28 Lc 9, 7-9 / 29 Jn 1, 47-51 / 30 Lc 9, 43b-45

La oración del mes de septiembre será el día 28